-->

miércoles, 24 de septiembre de 2014

"Vive como puedas", de Joaquín Berges

Título: Vive como puedas

Autor: Joaquín Berges

Idioma original: español

Editorial: Tusquets

Año de publicación: 2001

Páginas: 304

Sinopsis: Por más que le recomienden tomarse las cosas con calma, y que su mujer, naturista convencida, quiera inculcarle los hábitos de una aburrida vida sana, Luis no gana para sobresaltos. Su primera mujer, Carmen, se ha casado con su primo Óscar, un arribista que no sólo se ha quedado con ella sino también con el puesto al que aspiraba Luis en la empresa de energía eólica para la que trabaja. Entre llamada y llamada de su madre para hablarle de la tensión arterial, Luis intenta resolver los conflictos de su hijo pequeño en el colegio, preocuparse de los líos de sus hijos mayores con las drogas de diseño, asumir que sigue enamorado de Carmen y aplaudir las actuaciones de un peculiar payaso que conoce gracias a sus hijos. Mientras, el viento hace girar las palas de los aerogeneradores como saetas de un reloj que descuenta el tiempo que le queda de vida. Así, entre complicaciones crecientes y vivencias al límite, el equilibrio algo inestable de su situación inicial acaba volviéndose un descontrolado desequilibrio estable lleno de giros hilarantes.



Este libro llegó a mis manos por casualidad. No conocía al escritor y mucho menos este título, pero doy gracias por haberlo encontrado. Es una novela que se aleja de la temática general del blog (esto es, la fantástica / juvenil), pero que merece la pena ser reseñada. El humor ácido e hilarante podemos encontrarlo desde la primera hasta casi la última página. El protagonista, Luis, es un hombre sencillo, humilde, cuya única aspiración es ser feliz. Nos cuenta los sucesos que le acontecen desde el diario que escribe, donde da rienda suelta a sus sentimientos y a su sinceridad. No obstante, otras escenas se desarrollan desde el punto de vista de un narrador en tercera persona que mantiene el mismo toque que el protagonista. El secreto de esta novela es el tono divertido e irónico que no se pierde en ningún instante, la capacidad del autor para tratar los temas más diversos que afectan a la vida cotidiana de Luis (y que muy bien pueden aplicarse a la nuestra) con una impresionante y bien manejada carga de comicidad. Conseguir que el lector congenie con Luis a la par que se toma a risa sus problemas del día a día. Y es que, ¿cómo no reírte si su mujer, obsesionada por la vida sana, quiso llamar a sus hijos Valle y Everest?

Mientras lidia con los números que marca el tensiométro de su madre (la cual se encarga de hacérselos saber cada poco tiempo), trata de ejercer de buen padre para sus cuatro hijos (dos de su anterior matrimonio, una de su actual mujer y otro que ha tenido dentro de este último matrimonio), de buen marido para Sandra y de buen amante, a la par que tiene que soportar al imbécil de su primo Óscar actuando como su superior en el trabajo y de actual pareja de su ex mujer, con la que se acostó.

Su día a día pasa inexorable, acercándole a la muerte (aunque esta queda muy lejana, de ello se encarga Sandra obligándole a ingerir numerosos y variopintos tés de todos los colores, a hacer yoga, alimentarse con comida sana...) acompañados de su buena dosis de paracetamol para poder soportar lo que se le viene encima. Vamos, que el título no podía ser mejor definición de lo que ocurre en esta novela.

Una ráfaga de aire fresco golpeará su estresante vida de mano de Lucía, la profesora de 26 años de su hijo Everest, que le hará sentir como el adolescente travieso que ya no es y que le hará cometer locuras de un joven que hace tiempo quedó atrás.

Todo esto sumado a la aparición de un simpático payaso con el sobrenombre de Dumbo, que conocerá en el hospital, al nuevo novio de su hija mayor Cris que crispará sus nervios y le convertirá en el padre paranoico y obsesivo sobreprotector de su niña (aunque luego descubrirá que no todo es lo que parece) y al supuesto coqueteo de sus hijos mayores con las drogas. Un cóctel sin duda explosivo que minará su energía poco a poco mientras trata de recuperarla desayunando alimentos bajos en grasas y procedentes de la Unión Europea por insistencia del pequeño Everest y sus cinco tiernos añitos cargados de "por qués".

Por suerte para él, cuenta con el consuelo de su amigo y vecino Carles, neurólogo omnipresente en el porche de su casa con un buen libro entre manos  y que siempre está dispuesto a escuchar (y a ser escuchado aunque Luis aun no se dé cuenta de ello).

Retomando lo que dije al principio, recalco la frase "casi hasta la última página". Y eso se debe a que el desenlace de la novela se cubre con un tinte amargo y dramático que desentona con el resto del libro pero que, aun así, encaja muy bien con la intención del autor. Y es que la novela se resuelve como la vida misma, con momentos que nos hacen reír a carcajadas y otros que, sin embargo, nos cargan de malestar, pesimismo y tristeza.

¿Debería leerlo?

Sí. Vive como puedas nos hace reflexionar sobre nuestros objetivos vitales, sobre nuestro futuro, nuestras acciones y nuestro comportamiento. En definitiva, nos hace pensar y replantearnos ciertos hechos representados en Luis. Este efecto se produce si la edad del lector entra en la madurez, pues se van a sentir más identificados con el protagonista. No obstante, si tu juventud prevalece, también es una buena recomendación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario