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jueves, 29 de junio de 2017

"Títeres de la magia", Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Después de meses, me alegra traer al blog por fin esta reseña. Si Sueños de piedra me gustó mucho, en Títeres de la magia se han vuelto a superar.

¿Y qué mejor que aprovechar la semana del Orgullo 2017 para publicar esta reseña? Espero que la disfrutéis ^^


Título: Títeres de la magia

Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Saga: Marabilia

Editorial: Nocturna

Año de publicación: 2016

Páginas: 521

Sinopsis: Los nigromantes de la torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos.

Clarence, que siempre ha vivido allí, adora esa calma.

Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella.

Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo.

CONTIENE SPOILERS DE SUEÑOS DE PIEDRA


Iria y Selene lo han vuelvo a hacer. Prácticamente, cualquier cosa que publiquen estas autoras me da la impresión de que me va a enamorar, como así ha sido.

Lo primero que quiero mencionar es que, a pesar de que los personajes son los mismos que en Sueños de piedra, los libros están construidos de tal forma que no es necesario leer ambos para entender la historia, sino que pueden leerse por separado.

Títeres de la magia transcurre unos años después. Lynne ha conseguido su sueño de ser una gran comerciante y viajar por el mundo vendiendo sus productos y Arthmael se ha convertido en el rey de su pueblo, siendo un gobernante justo y amado por todos. En esta ocasión, el pequeño Hazan, que ha crecido y se ha convertido en nigromante, formándose en la Torre de Idyll, será el protagonista indiscutible de esta nueva aventura. A pesar de que ha madurado, mantiene la inseguridad y timidez que le caracterizaban, aunque ahora ya no se trata de un niño indefenso y es capaz de de valerse por sí mismo. Guiado por su tutor Clarence y ávido de conocimiento, ha encontrado al fin un lugar en el que sentirse cómodo y un rincón de la magia que está hecho para él. Su aprendizaje se verá abruptamente cortado (y reforzado) cuando unos peligrosos venenos se pongan en circulación y causen estragos en la población. Acompañado por Clarence y reencontrándose inesperadamente con sus grandes amigos Lynne y Arthmael, emprenderá la búsqueda de la causa y de una solución.

Clarence conoce el mundo real a través de sus estudios, pues nunca ha salido de la Torre. Junto a Hazan, se enfrentará a él más allá de un libro y se verá envuelto en diversas y sobrenaturales aventuras que le harán salir de su cascarón y de la relativa protección en la que vivía. Ambos chicos se complementan a la perfección, incluso se podría decir que son las dos caras de una misma moneda. Desde el principio, se intuye una gran química entre los dos y se nota que se refuerzan mutuamente y funcionan bien juntos. Es bastante obvio que, igual que pasaba en Sueños de piedra, la importancia de los personajes es muy superior a la de la historia en sí, por lo que estos son los más trabajados y complejos. La historia por sí misma es bastante simple e incluso puede calificarse como típica de los libros de fantasía y magia (unos venenos que matan gente y el deber de los protagonistas de averiguar qué se esconde detrás), por lo que no destaca demasiado. Sin embargo, es la profunda caracterización que hacen las autoras lo que consigue dotar de valor a la novela y nos obliga a no despegar los ojos de las páginas. Es fácil que los personajes no te resulten indiferentes. Aprendes a entender sus motivaciones, a saber cómo piensan e, incluso, a intuir cómo pueden actuar en determinadas situaciones. No quiero hablar mucho de Lynne y Arthmael porque todo se dijo ya en su anterior novela y no creo que haya nada nuevo que añadir (a parte de que hacen una pareja preciosa). Toda su evolución ya la hicieron y en Títeres de la magia esta se muestra. A pesar del tiempo que han pasado separados, tanto ellos como de Hazan, cuando están juntos vuelve a surgir esa conexión entre los tres y parecen casi una adorable familia. Por último, mencionar a Ariadne, la mejor amiga de Clarence. A pesar de que su papel es importante de cara al desenlace del libro, su presencia ha pasado casi desapercibida, puesto que durante la aventura ella se mantiene en la Torre. La verdad es que me hubiera gustado saber más de ella pero entiendo que la acción no pudiera centrarse mucho en su persona.

[...] Quizá solo necesitabas un empujón, Clarence. Nunca es tarde para actuar. Nunca  es tarde para enfrentarnos a nuestros miedos. Hazlo. Habla con tus tíos, si es lo que deseas. Sal ahí fuera, haz grandes cosas. ¿No me lo repites tú siempre? Al final, los únicos que nos ponemos obstáculos somos nosotros mismos.

Las "lecciones de vida" que nos dan estas autoras y el optimismo están esparcidos por todo el libro. Dejan pequeñas semillas motivadoras a lo largo de las páginas que te dan que pensar y que puedes aplicar en tu día a día, que no tienen por qué afectar solo a personajes ficticios. Este es otro de los motivos por los cuales Iria y Selene me gustan tantísimo y donde, creo yo, radica en parte la clave de su éxito. Su narración es exquisita, aunque son cuatro manos escribiendo, se desarrollan como dos. Funcionan las dos como un tándem inseparable y su escritura está muy unificada. Como he comentado párrafos atrás, hacen más hincapié en el trasfondo y en la transmisión de sentimientos que en la acción en sí. Títeres de la magia está contado principalmente a dos voces en primera persona, la de Hazan y la de Clarence, lo que refuerza que la sensación de que los personajes son los que priman.

Asimismo, creo que es necesario destacar la historia de amor y los valores que esta transmite. Cada tema que tocan cuenta con una crítica social detrás y esta también se aprecia en este caso. Comienza siendo complicado y confuso, pero termina convirtiéndose en un romance tierno, bonito, y el miedo inicial se transforma en seguridad y confianza. Creo que esta parte es la que más me ha gustado y asombrado de Títeres. Creí que después de la relación entre Lynne y Arthmael y la serie de problemas que arrastraban, nada me conquistaría así de nuevo. Y aquí está Seliria, sorprendiéndome para bien.

Aunque me derrumbo, aunque duele sentirse perdido, también es liberador aceptarlo y poder decirlo. Saber que alguien te escucha y te apoya. Sin embargo, también ha sido lo único que me ha permitido materializar todos mis miedos.Todos mis fracasos. Y solo ahora lo veo con absoluta claridad. Me abrazo al cuerpo de mi aprendiz, escondiéndome en su cuello, y noto un beso suave contra mi sien.
-Te quiero, Hazan... -le susurro.
Esas eran las únicas palabras que me faltaban por decir.


¿Debería leerlo?

Iria y Selene son, a mi modo de ver, unas magníficas escritoras. Consiguen llegar a su público con historias de apariencia sencilla que encierran más de lo que parece y con unos personajes inolvidables, bien construidos y carismáticos.


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